Llegamos a este Centro Interpretativo enclavado en la Sierra Madre, aproximadamente a tres kilómetros de la plaza principal de Gómez Farías. Desde que bajamos del vehículo que nos transportó quedamos fascinadas con los sonidos que percibimos: el rumor del follaje agitado por el viento y... ¡ los pájaros ! que parecían sorprendidos con nuestra presencia, el lugar estaba solo, éramos las únicas visitantes.
En uno de los senderos comparables a los de "El Ruido de un trueno" de Bradbury
Desde este sitio admiramos la majestuosidad de la montaña, los valles y llanuras, las hondonadas, el encanto de la vegetación.Un lugar que nos permite reflexionar sobre la necesidad de participar en el cuidado de estos sitios tan necesarios para la vida.
Margarita Sáens
Otra de las vías dentro de las instalaciones del CIE. Al hacer un recorrido por el teatro de múltiples usos: polivalente, pudimos observar a unas vendedoras de artesanías, mujeres del pueblo, a quienes les han enseñado a hacer su trabajo mediante el reciclaje, desgraciadamente lo que hacen son : aretes con tapas de refresco, tazones con fondos de botes de plástico de cloro, carteritas con bolsas de palomitas para microondas, pudiendo utilizar productos naturales: semillas hermosas, guajes, jícaras,hojas secas, palma, varas, piedras decoradas.Ellas que saben tejer y bordar pueden producir algo mejor que si tenga demanda.